viernes, 28 de marzo de 2014

SÍMBOLOS

He perdido mi amuleto.

Sé que es una soberana estupidez, que no es más que una pieza de cerámica sin ningún poder real. Pero era mi talismán.

Dicen que cuando pierdes un objeto de buena fortuna es porque ya no lo necesitas. No es cierto.

Lo necesito igual que necesitaba a un padre que se fue demasiado pronto, a un abuelo que era mi pilar o a una madre que nunca estuvo.

Necesito símbolos porque en mi vida real me faltan apoyos. Necesito notar la piedra fría en mi mano y saber que hay algo real, tangible y eterno que no me falla.

No recuerdo bien como llego a mis manos. De Galicia creo. Tierra de meigas.
Si no me equivoco fue un regalo de alguien que en aquel momento me apreciaba y que ahora no consigo recordar. Fantasmas del pasado.

Me ha acompañado durante años, en exámenes, en mi boda, en los partos de mis hijos, en miles de decisiones difíciles.

Ha sobrevivido a centenares de caídas, a un lavado accidental, a mis manos desgastándolo. Al final no ha logrado resistir las manos curiosas de mis hijos.

Sé que es absurdo, ridículo e infantil. Pero hoy lloro a un pedazo de cerámica.

2 comentarios:

  1. Pues qué decirte. A mi me pasa igual. Yo tengo unas pulseras que sin ellas no puedo salir de casa. Una de Coral, otra con ojo de tigre y otra con la cara de Buda. Sin ellas es como si fuese desnuda. De todas maneras, por si te sirve de algo,una persona muy sabia me dijo una vez, que el poder a estas cosas, se lo damos nosotros. Así que si se ha perdido, era por que tenía que encontrarlo otra persona, o simplemente era hora de cambiarlo por otro. Un beso Mamá Osa!

    ResponderEliminar