jueves, 27 de febrero de 2014

SEXO EN JUEVES (VI)

Al llegar me absorbe la bruma, una ciudad en tinieblas, atrapada en el tiempo, de cuento de hadas.
Las calles principales están iluminadas, atestadas de turistas con máscaras de cartón piedra, cargando mochilas y cámaras. Risas y confidencias, carromatos cargados de souvenirs que rompen la magia del lugar.

Giro por el primer callejón, buscando escaparme del bullicio y de golpe se hace el silencio.
Un farol solitario ilumina la plaza, al fondo se oye el rumor del canal. Al levantar la vista al cielo veo los tejados de las casas y entiendo que Casanova no fue un seductor, simplemente se mimetizó con una ciudad que invita al pecado en cada uno de sus rincones.

Cierro los ojos y tomo aire, la Serenissima tiene fama de apestar, pero no en esta plaza, no en mi pequeño rincón secreto.

Al abrirlos veo una figura alta, imponente. Un rostro oculto tras una máscara de porcelana.
Instintivamente doy un paso atrás. La figura está quieta, fija, ¿mirándome?
Oigo el sonido de su capa ondeando, sigue quieta.

Silencio.

Doy un paso adelante.
Deja caer su bastón.
Doy otro paso.
Se acerca más.
No hay nadie más.
Nadie nos oye.
Nadie nos ve.

Estamos frente a frente.
Se quita los guantes y los deja caer.
Acaricia mi cara.
Cierro los ojos.
Roza mi cuello con un dedo.
Mis pezones se erectan.
Espera.
Por un segundo mi respiración se para.
Espera.
Mi sexo se humedece.
Me agarra de los hombros y me da la vuelta.
Sus dedos entran bajo mi ropa.
Juega con  mi pezón, con mi clítoris, comprueba mi excitación.

Me apoyo en la pared y le ofrezco mi cuerpo. Oigo como rasga un papel y entiendo lo que está haciendo. Desato mi cinturón y mi pantalón cae al suelo.

Aparta mis bragas y me penetra. Sus manos no dejan de tocarme. Su capa me envuelve. No dice ni una palabra, sólo se oyen mis gemidos ahogados.

Me corro oyendo las risas de los turistas y el ruido del canal. Cuando el orgasmo deja de sacudirme me giro. Quiero arrancarle la máscara, ver quien ha sido dueño de mi cuerpo unos minutos.

Sólo encuentro  unos guantes y un bastón en el centro de la plaza.

Salgo a la vorágine de la calle. Las luces me ciegan por un segundo. Miles de capas ondean al viento. Máscaras por doquier.
Sonrío.
Bienvenida a Venecia.



 Sexo en jueves es un carnaval organizado por Mother Killer para expresarnos sexualmente.  
Para participar, no tenéis más que enlazar el link de vuestra propuesta en el InLinkz que figurará al final de cada entrada semanal de su blog, poniendo el nombre que queréis que aparezca en la misma (por ejemplo, el nombre de vuestro blog). También podéis enviar una mención a @mother_killer con la etiqueta #SexoenJueves o enviar el enlace a info@motherkiller.com  LOS JUEVES ANTES DE LAS 24:00H.


lunes, 24 de febrero de 2014

MI LACTANCIA (II)

Ya conté AQUÍ lo difícil que fue iniciar la lactancia con osezno, pero mi tozudez pudo más.

Osezno mamaba despacio. Muuuuy despacio. Terriblemente despacio. ¿Lo imaginas? No, más despacio aún. Todavía ahora, siempre es el último en terminar el plato.
Por si no fuera suficiente, se distraía distrae con cualquier estímulo. Conclusión: pegado a la teta TODO el día.

Comía con un niño en la teta, iba al baño con un niño en la teta, para vestirme o ducharme tenía que dejarlo llorando y enseguida a la teta.
Yo que al principio era muy pudorosa terminé aceptando que mi cuerpo era de dominio público.
Recuerdo mis amigos (así, con O) nerviosos sin saber donde posar la mirada mientras osezno se soltaba, les miraba, les sonreía, les llamaba con ruiditos y yo intentaba sin éxito tapar el pezón erecto y húmedo que se balanceaba delante de su cara
Recuerdo las viejas del barrio mirándome asqueadas y sus murmullos de reprobación.
Recuerdo horas y horas de maceración, alguna estría y muy poco descanso.

Hubo muchos momentos en los que estuve a punto de tirar la toalla. Lo único que me hizo resistir fueron las dificultades del inicio. Nos ha costado mucho como para renunciar ahora, me repetía. Y aguanté. Hasta que llegó el momento en que la lactancia cambió. Se transformó en una cosa fácil, agradable, compartida. 
Encontramos nuestro punto.

A los 4 meses.

Justo cuando acaba la baja de maternidad en este país.

Yo tuve la gran suerte de poder alargarla hasta los 6 meses, pero recuerdo pensar. ¿Y las que se esforzaron como yo y nunca llegaron a lo bueno? ¿nos hemos vuelto todos locos?

Regresé al trabajo, combiné LM con alimentos sólidos. Jamás di un biberón y osezno lactó hasta los 2 años, cuando decidió regalarle la teta a osito, que no puede comer macarrones y yo sí.

Desde mi experiencia sólo puedo decir:
Fue duro, sí.
Pero valió la pena.








viernes, 21 de febrero de 2014

RECHAZO

Sé que escribo este post "en caliente", sin meditar, sin reflexionar, sin contar hasta 10. Pero tengo la necesidad de hacerlo.

Hoy mis dos hijos han empezado una rabieta porque ninguno de ellos quería pasar 1 hora conmigo.

Sé que no lo hacen con mala intención, ni es que no me quieran. Simplemente prefieren pasar el rato con su padre.

Pero la campana del rechazo resuena en mi cabeza. Y cuando son mis hijos los que la activan  lo hace con más fuerza aún.

Mal de muchos consuelo de tontos, dicen. Pero el dolor compartido es más llevadero.

Quizás este sea el post que me destape. Quizás la necesidad de compartir mi dolor, de reflejarme en otras miradas, en otras lágrimas pueda más que la tentación de seguir oculta, de expresarme libremente como ya contaba AQUÍ. No sé. De momento necesito soltar mis pensamientos para que no se anquilosen y me hagan daño. Más del que ya me están haciendo.

En fin. Mis hijos me han rechazado.
Los dos.
Otra vez.

Sabía que ser madre iba a ser duro.
No sabía hasta qué punto.



miércoles, 12 de febrero de 2014

LA ÉTICA DE LA LEGISLATURA

No pensaba entrar en polémica, primero porque no me gusta y segundo porque no soy nadie para decir a otros lo que deben hacer con su vida. Pero, como soy una bocazas y ésta es mi casa, voy a dar mi opinión.

Vaya por delante que no estoy a favor del aborto. Creo que cualquier madre que haya llevado un niño en su vientre sabe que la vida no empieza en el momento de dar a luz. Pero, ¿dónde está la frontera? ¿3 semanas? ¿20? ¿Cuando se oye el latido? ¿Cuando se notan las patadas? ¿Cuando vemos su cara?.
Cada persona tiene su visión y los criterios médicos son distintos a los morales, éticos o religiosos. Por eso es casi imposible definir un término.

Pero como cualquier madre que ha llevado un niño en su vientre, conozco los miedos que eso acarrea ¿será listo? ¿será guapo? ¿tendrá todos los dedos? ¿funcionaran bien sus órganos internos? ¿tendrá alguna enfermedad?
No puedo imaginarme lo que debe ser para una familia escuchar de los médicos que su hijo no está sano, que no va sobrevivir más allá de pocos meses, que tiene alguna malformación, que deben traer al mundo una vida para ver como muere poco a poco. Lo peor que le puede pasar a unos padres es sobrevivir a sus hijos, ¿realmente queremos condenar a una familia a ese sufrimiento?
En la eco de las 20 semanas todos los padres desean conocer el sexo de su hijo, pero los médicos es lo último que nos dicen. ¿Por qué? muy simple, cuando sabemos el sexo damos una identidad, a veces incluso un nombre y es mucho más difícil afrontar una decisión como terminar una gestación que no va a llegar a buen puerto.

Los detractores del aborto argumentan que se puede dar al niño en acogida. Es cierto. Pero yo he estado con muchos de esos niños. Niños cuyos padres han abandonado por múltiples motivos. Niños condenados a saber que no les quieren. Niños a los que nadie adopta. Niños que sólo ven a sus "padres" en horario laboral, "padres" que desaparecen en vacaciones, bajas y fines de semana, que tienen sus propias familias. Niños que ven como sus "hermanos" son acogidos, adoptados o trasladados de centro y ellos se quedan una y otra vez. Niños que reciben visitas de fin de semana de familias a las que se deben "vender". Niños en hogares de acogida, necesitados de recursos y sin apoyo de la administración. Vuelve a decirme que eso es lo mejor.  
Atención! No se me malinterprete, no critico a los tutores, critico el sistema.

He visto niños con malformaciones enviados a instituciones porque sus familias no pueden hacerse cargo. Niños que sólo pasan con sus padres y hermanos biológicos los domingos por la tarde mientras conviven con otros niños a los que a veces ven fallecer.
Familias que ven como sus hijos luchan por respirar y se ahogan con ellos, que recuerdan listas y listas de medicamentos y sus interacciones. que conocen el camino más corto hasta el hospital y los nombres de todas las enfermeras. Familias en los que cada día es una agonía, una lucha.
También hay familias que se unen ante la adversidad, que están dispuestas a dar hasta su último aliento por sus hijos, que forman una piña, que viven cada pequeño logro como una gran victoria y disfrutan cada segundo de su pequeño milagro porque saben que ese día podría ser el último.

Hay diversas maneras de afrontar la enfermedad de un hijo y su sufrimiento. Y son únicas, personales e intransferibles. Nadie debería decidir por mí y menos un gobierno que limita las ayudas a los dependientes y pone trabas a la adopción.

Son decisiones difíciles. Decisiones con las que vamos a convivir el resto de nuestra vida. Sean cuáles sean.
Que otro decida por nosotros nos exime de culpa, de responsabilidad, protege nuestra salud mental. Pero una sociedad madura debe dar la opción a decidir, a equivocarnos, a acarrear con nuestra responsabilidad. No se debe obligar a nadie a ser madre si no lo desea, como no se debe prohibir a nadie que lo sea.

Obligar a escuchar el latido del feto antes de una intervención dolorosa (física y mentalmente), fruto de una decisión complicada es CRUEL. Nadie obliga a un hijo a ver a su padre en el ataúd para poder enterrarlo. Se maquilla a los muertos, se los viste, se dejan expuestos en una sala aparte. Y cada persona decide si quiere recordar a sus seres queridos en vida o despedirse por última vez. Nadie debería manipular o gestionar nuestros sentimientos. Únicos y personales por definición.

Proteger una vida no es simplemente el derecho a nacer, es el derecho a tener una vida digna.







martes, 11 de febrero de 2014

SOLTAR

Admiro profundamente a la gente que puede cerrar puertas fácilmente. Yo soy incapaz.
Me cuesta borrar los números del móvil, de hecho, más de la mitad de mi agenda no sé quien es (o si lo sé no me apetece contactar con ellos), me termino los restos de comida de todos los platos aunque no tenga hambre y nunca tiro nada "por si acaso", preparándome así para un futuro síndrome de Diógenes.
Y, por supuesto, me cuesta eliminar de mi vida a las personas que ya no me quieren allí.

Mi parte racional me dice que hemos cambiado, que ya no compartimos cosas en común o que nunca lo hicimos; me dice que no vale la pena, que sólo me aportaban sufrimiento y malestar; me dice que merezco gente que me quiera, a la que le apetezca estar conmigo porque sí. Pero no puedo.
Me cuesta tanto dejar entrar a alguien en mi vida que es como la marca que deja el agua en la roca, se va labrando poco a poco, despacio, sin prisas. Pasa el tiempo, cambian las mareas, pero la huella sigue ahí. Y cuando la persona que la ha creado se marcha, el vacío que queda es enorme y no se puede llenar.

Supongo que por eso me engancho en relaciones tóxicas, en muestras vacías, en sonrisas falsas.

Pero también creo que el universo te da regalos. A veces. Pocas. Pero ocurre.
Y ocurre sólo cuando llega el momento adecuado, cuando estamos preparados para aceptarlo.

Ahora es uno de esos momentos. Estoy aprendiendo a soltar.
Estoy aprendiendo a soltar y dejar espacio para todo lo que está por llegar.

Suelta!




lunes, 10 de febrero de 2014

MI MUNDO

No tengo muy claro cómo se me ocurrió abrir un blog ni que espero de él.
Para mí es una especie de diario lanzado al aire, donde expreso lo que pasa por mi cabeza, a bocajarro, sin cortarme, simplemente liberar mis pensamientos.
He descubierto que, aunque me alegra que si a alguien le gusta lo que ha leído me deje un comentario, no es ese para nada mi objetivo. De hecho, no me he dado de alta (aún) en ninguna comunidad de bloggers, ni he vinculado el blog a mis perfiles de twitter o facebook, ni tan siquiera he comentado a ningún conocido que escribo. Simplemente no estoy preparada.
De momento sólo escribo para mí, por la catarsis que me supone expresarme sin tapujos.
Sí, es cierto, participo del carnaval de Mother Killer. Porque me apetece. Listos.
No sigo una línea editorial, ni hay continuidad en mis entradas, y seguro que si alguien lee todo el blog encuentra millones de contradicciones. Pero es que así soy yo. Caótica, desordenada, cambiante, ... y esta es mi casa. Mi verdadera casa.
Por eso no invito a nadie (de momento). No estoy preparada para las críticas, para la continuidad, para saber que hay alguien al otro lado, para sentirme observada.
Este es mi rincón privado, por el momento.

viernes, 7 de febrero de 2014

AMOR INCONDICIONAL

Hoy es una de esas efemérides que duelen.
Hoy hace 4 años que nos dejó una de las pocas personas que me quiso siempre, de manera incondicional, sin cuestionarme, sin chantajes, sin negociaciones, simplemente porque sí.

Aún recuerdo sus consejos, sus historias públicas que contaba mil y una veces, algunos de sus secretos que con los años llegué a descubrir. Su "cuando tú llegaste fue... los otros nietos, también claro, se criaron en casa, pero tú, TÚ eras especial".
Siempre he tenido la sensación que a todos nos hacía sentir el más importante de todos, el preferido. Pero lo hacía tan bien que todos nos lo creíamos. Siempre.

Hace 4 años le di un beso en el hospital. Los dos sabíamos de manera instintiva que era el último. "Hasta pronto" nos dijimos. Se fue feliz, con una sonrisa en los labios. Con la satisfacción de dejarnos en buenas manos, de haber sabido crear una familia y haber podido conocer a la nueva generación.

Pero esa familia se rompió. Y yo le necesitaba. Y de alguna manera volvió.

Osito, ¡te pareces tanto a él!. Físicamente muchísimo, pero lo que más llama la atención es tu carácter, Tan y tan similar a él.
Si tu abuelo, su hijo, mi padre, aún estuviera aquí te diría que compartes su espíritu. Él creía en esas cosas, ¿sabes?. Yo no lo tengo tan claro, pero sí que es cierto que cuando estás cerca le siento a él más cerca. Es como si nos uniera un vínculo invisible, una corriente subterránea. Como si la persona que más quise y más me quiso en el mundo hubiera visto mi soledad y hubiera vuelto a hacerme compañía.

4 años. Son muchos años. Demasiados para estar lejos de él. 4 años para seguir echándole de menos.

Et trobo a faltar, iaio.

jueves, 6 de febrero de 2014

SEXO EN JUEVES (III): ¿BAILAMOS?

- ¡Nos hemos dejado el vino!
- ¿Y ahora qué? Es domingo y todo está cerrado.
- Conozco una bodega cerca de aquí, a unos 10 minutos en coche. Voy para allá.
- Te acompaño. ¿Vienes Carlos?
- No, yo me quedo y así ayudo a Ana con el sofrito.
- Ok, hasta ahora.

¡Con el sofrito! Con otra cosa querría yo que me ayudaras... jeje. Ana, ¡por Dios! Pareces una adolescente en celo, céntrate anda.  Pero es ver ese cuerpazo, esos brazos musculados, la piel morena, los labios gruesos, esos dedos ágiles de músico, esa leng...
- ...ica.
- ¿Enggg?
- Que si te importa si pongo música.
- ¿Eh? Sí, sí, claro, tú mismo. 
Ana, pareces idiota. ¿Enggg? ¡Será posible!

En el salón empieza a sonar una música caribeña. ¡Oh, no! ¿No habrá puesto una de esas emisoras latinas que Juan y yo odiamos, verdad?

- Me encanta este ritmo. ¿Bailamos?
Sí, sí, bailar es lo que quiero hacer contigo.... 
- Claro, ¿Por qué no? A ver si así dejo de parecer atontada.

Carlos me agarra de las manos suavemente pero con firmeza. Se nota que sabe lo que hace. Me balancea, me gira, me atrae hacia él. Uhm... noto el calor que desprende su cuerpo. Vuelta y giro. Vaya, me gustaba tenerlo tan cerca, ¿cómo será tenerlo AÚN más cerca?. Me separa y me aleja. Media vuelta. Mi espalda contra su pecho. Siento su aliento cerca de mi cuello. ¡Dios, me estoy poniendo a mil! Pero, niña ¿qué tienes en la cabeza? Giro y bailamos, bailamos. Me atrae hacia él. ¡Un momento! ¿Qué es esto? ¿Puede ser que... ? Demasiado tarde, me vuelve a alejar. Pero....Espalda en su pecho. Acerco mis caderas a las suyas. Vale, no es un error. Sus pantalones están abultados. Tremendamente abultados. Acerca más sus caderas a las mías. Siento su respiración acelerada. Cierro los ojos, voy a guardar ese momento para poder rememorarlo. Se me escapa un tenue gemido...
Parece que estuviera esperando esa señal. Sus labios empiezan a recorrer mi cuello buscando mi boca con ansia. Sus manos levantan mi falda con urgencia mientras yo desato su cinturón. Sin dejar de besarnos, sin apenas mirarnos, vamos entrelazados hacia el sofá. Sus ágiles dedos abren mi cuerpo comprobando que estoy dispuesta y a punto. Sin decir nada, casi sin pedir permiso, me penetra. ¡Madre mía! ¡Ahora entiendo la pasión por los mulatos!. Puesta a cuatro patas me embiste una y otra vez, mientras sus manos no dejan de moverse. ¡La puerta! ¡No hemos cerrado la puerta! Su respiración ahoga mis pensamientos. ¡Vamos Carlos! ¡Ahora no pares!

El orgasmo hace temblar todo mi cuerpo, él sigue un poco más pero enseguida se derrama encima mío. Me limpia con cariño. Nos sonreímos.
No tengo muy claro qué acaba de pasar. Pero, extrañamente, no me arrepiento.

Nos recolocamos la ropa, mirándonos sin hablar. En la emisora siguen poniendo ritmos latinos. Seguimos en silencio.


. ¡Hoooola! Ya estamos aquí
- Huele a quemado. ¿Qué le ha pasado al sofrito?
¡¡¡¡El sofrito!!!!
- Ha sido culpa mía Juan, nos hemos distraido bailando.
- No me extraña, Carlos es un gran bailarín- dice Marta con una sonrisa.
- Sí, lo acabo de descubrir- Digo, mientras recupero el aliento y el rubor se marcha de mis mejillas.


Sexo en jueves es un carnaval organizado por Mother Killer para expresarnos sexualmente.  
Para participar, no tenéis más que enlazar el link de vuestra propuesta en el InLinkz que figurará al final de cada entrada semanal de su blog, poniendo el nombre que queréis que aparezca en la misma (por ejemplo, el nombre de vuestro blog). También podéis enviar una mención a @mother_killer con la etiqueta #SexoenJueves o enviar el enlace a info@motherkiller.com  LOS JUEVES ANTES DE LAS 24:00H.




martes, 4 de febrero de 2014

GUERRAS VIRTUALES

Cada cierto tiempo asisto desde la barrera a encontronazos virtuales.
Supongo que es porque llevo poco tiempo en esto, pero no acabo de entender muy bien qué pasa.


En el mundo y, por extensión, en la red, hay opiniones de todo tipo. Blanco, negro y miles de matices de gris. Parece tan simple como obviar las que no interesan, pero parece que es algo más complejo.

He visto gente ofendida por opiniones distintas a la suya, gente que ataca, gente que defiende. No lo entiendo y no quiero entrar en estas guerras ni por asomo. Si alguien tiene una opinión distinta a la mía expongo mi punto de vista, si se crea un debate que puede ser enriquecedor bienvenido, si no es así, se abandona la discusión. No entiendo quien va más allá.

Una vez leí que un tanto por ciento altísimo de la comunicación se produce por la vía no verbal (creo que el 80%, pero no puedo asegurarlo). Si ya es difícil ponernos en el lugar de otro que no comparte nuestra visión del mundo, ¿qué es lo que ocurre cuando nos falta la parte no verbal?
Si además añadimos que en las redes sociales sólo mostramos la parte de nosotros mismos que QUEREMOS enseñar, que no somos el yo completo, la distorsión es máxima.

Querría insistir sobre este punto, porque me parece importante. Mostramos una parte sesgada de nosotros mismos. Una parte cincelada y presentada en el envoltorio más adecuado. En el blog pensamos y argumentamos sin interrupciones; en twitter hablamos a gritos, rápidamente y sin apenas reflexión; en facebook pensamos más detenidamente pero las ideas son más concentradas, menos argumentadas.
Respecto a esta versión sesgada, sólo hay que observar la cantidad de personas que mantienen 2 o 3 identidades distintas en la red para poder expresar las distintas facetas de su personalidad.
¡Pero si hasta hay un capítulo de Black Mirror dedicado a este tema!


Visto esto y las limitaciones que conlleva vuelvo al principio.
No entiendo estas guerras. Ni las entiendo ni las comparto. Yo no juego.

domingo, 2 de febrero de 2014

UN MUNDO AL REVÉS

Osito es zurdo.
Sí, es pequeño para estar definido, todavía puede cambiar, bla, bla, bla. Pero yo os aseguro que es zurdo.

A veces le observo y me sorprende su visión del mundo, en espejo a la mía. Suele andar al lado contrario de donde yo le espero (lo que me pone nerviosa muchas veces porque tengo que dar la vuelta entera para encontrarle), los objetos de uso común aparecen en el lado contrario cada vez que él los usa y tiene que ponerse los zapatos 2 veces porque casi siempre los cambia de pie.
Gira la llave y las tapas de rosca hacia el lado contrario, sujeta la guitarra al revés y sube las escaleras por donde los demás bajan teniendo que esquivarlos a todos. Mira los cuentos hacia atrás, dibuja de derecha a izquierda y no consigue usar un sacapuntas.

De momento estas cosas son simples curiosidades, pero cada vez me doy más cuenta de las pequeñas dificultades que va a encontrar en su día a día.

Las tijeras, las plumas estilográficas, las reglas, las libretas de espiral, los cuchillos, incluso los coches están pensados y diseñados para diestros. Es cierto que existen variedades para zurdos, pero no siempre va a encontrar allí donde vaya.

En ciertos países todavía se enconde la zurdera y son considerados sucios o malditos. Incluso nuestro lenguaje está lleno de referencias negativas hacía ellos, son los "siniestros", los "maldestres" (patosos en catalán), nadie quiere levantarse con el pie izquierdo y los supersticiosos tiramos la sal sobre el hombro izquierdo para que el diablo no vea lo que hemos hecho.

Va a tener que aprender a funcionar en un mundo que no le entiende, que sigue unos patrones en espejo a los suyos, y que le va a exigir lo mismo que a los demás. Un zurdo en un mundo de diestros. Un osito que ve el mundo al revés.