viernes, 7 de marzo de 2014

2.0

Entré en el 2.0 hace relativamente poco, de puntillas, sin hacer ruido. Observando al principio para ir entendiendo sus normas implícitas y decidir si iba a jugarlas.

Enseguida descubrí la liberación que supone para los que somos tímidos poder escuchar conversaciones ajenas, opinar o matizar y lo enriquecedor que podía llegar a ser.

Pero también tenía su cara B. Las expresiones lanzadas al aire tienen el efecto de una bomba, reaccionando quien no debería o malinterpretandose a la velocidad del rayo. Es difícil expresarse en 140 carácteres, sin feedback directo en un post o cuando sabes que te está leyendo tu abuela. Así que nos parcelamos, mostramos sólo una de nuestras caras. Como leí una vez "nadie es tan feliz como en Facebook ni tan triste como en Twitter" (o algo así).

Pensé que sólo era cuestión de encontrar mi sitio. Pero no era tan fácil.
Soy compleja.
Como todos.
Pero no acababa de encontrar esa complicidad, esos matices, ese "soy madre", pero también esposa, mujer, trabajadora, ... Tengo aficiones y también cosas que me desagradan, algunas me apetece compartirlas, otras no.

Encontré grupos de madres blogeras. Pero no.
De hecho conozco a una muy muy cercana. Pero no.
Los comentarios en los posts de las blogstars sólo tenían respuesta si eras de "su pack" y su visión de la vida incluía siempre lo fantástica que es la maternidad.
Sí, pero no.

Yo no siempre adoro a mis hijos, hay momentos en los que me gustaría desaparecer con Papá Oso en una isla caribeña y recuperar mi figura, hay momentos en los que deseo encontrar el botón de Off (o al menos el del volumen), les adoro, pero me agotan. No siempre todo es de color de rosa.

Entonces llegaron ellas, las Malas Madres.
Enseguida me afilié. Alejadas de la imagen de madre perfecta que nos quieren vender y dispuestas a reirnos de nosotras mismas.
Pero llegó #LaParty y los grupos de blogstars que se conocen y quedan para encontrarse. ¿Y yo? ¿Qué pinto ahí?
Tampoco era mi sitio. Además seguía faltándome algo,  aunque no sabía que era

Y apareció Mother Killer y su carnaval. Y con ella las mazorcas.
Ahí encajaba más.
No sólo encajaba, sinó que me aceptaron. A mí, una don Nadie sin blog. Que no entra en las guerras 2.0
Una recién llegada.

Con ellas me he reído más que con nadie en este mundillo. He compartido mi blog "secreto". Y he debatido aunque no haya una cerveza delante.
Han respetado mi decisión y nadie ha confesado que yo también participo en #sexoenjueves. Y sé que no lo harán.
Porque valen la pena.
Porque son mamás 2.0
Porque quizás, sólo quizás, por fin haya encontrado mi sitio.

Hoy el post va por vosotras, mazorcas.

6 comentarios:

  1. Mamá osa!!! Mazorcas forever and ever!!! Jajaja ♡♡♡♡ eres un cielo! 1 besin!!

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  2. Cada una tiene cabida, pq cada una es como es y se respeta.

    Que preciosas palabras.

    un besazo!♥

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    1. Es tan dificil encontrar eso; Cris!
      Por eso sois tan grandes :-*

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  3. Bueno no soy bloguera, amiga de blogueras, algunas para mi superblogueras, vamos de lo mejorcito q hay en este mundillo 2.0 ( aviso no soy notaria jejeje pero si muy justa, asique doy fe, por segunda vez) y de sexo q voy a decir q esto parecia un polvo de si te visto no me acuerdo pero al final va ser sexo con amor total!! Un besico :-*<3

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    1. Sea sexo con amor, sea amor de verano (demasiados sej para ser rollo de una noche), el caso es que valió la pena. :-*

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